A David Bisbal le encanta visitar nuestra ciudad. Por lo menos lo hace tres veces al año y en esta ocasión llegó el viernes y se marchó el domingo. Quiso pasar desapercibido, pero no siempre lo consiguió.Es verdad que cuando le reconocen, la gente se limita en principio a señalar y quizás una sonrisa y son pocos los que se animan a pedirle un autógrafo o una foto. La estancia de David Bisbal entre nosotros ha sido para compartir tres días de vacaciones con su grupo de amigos donostiarras. El siempre ha definido nuestra ciudad como una de las más bonitas del mundo y de ello queda reflejo tanto en Facebook como Twiter, redes sociales que usa habitualmente.
David Bisbal llegó el viernes y ya tenía acordada una cena con sus amigos en el restaurante Agorregi en el barrio de Igara. Sombrero, gafas de sol y coleta para no ser reconocido, aunque ya sentado en la mesa, recibió los primeros saludos y sonrisas. Le atendieron como en ellos es costumbre Gorka Arzelus y Beatriz Bengoetxea. Pidió una cena ligera compuesta de vieras con caldo de jamón, merluza con caldo de cintonela y aire de txakoli y de postre arroz con leche, asegurando que era el mejor que había tomado en mucho tiempo. Quisó conocer al equipo de cocineros y con ellos se sacó unas fotos antes de finalizar la visita al restante.
Uno de los objetivos de la visita de David Bisbal era ver in situ la Clásica San Sebastián-San Sebastián, ya que es un gran aficionado al ciclismo. Hace tres años recorrió en bici el Camino de Santiago con los ex ciclistas Miguel Indurain y Abraham Olano. En esta ocasión vivió la prueba en un coche y tras la subida a Jaizkibel y su paso por Oiartzun y Errenteria se acercó a línea de meta para ver los últimos kilómetros por televisión.
Fuente: Diario Vasco
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