Un torbellino musical

Que David Bisbal fuera un torbellino de energía en el escenario el público mazatleco ya lo vaticinaba, lo que no se esperaba era ver a un intérprete tan talentoso, encantador y sencillo, cualidades con las que se apoderó del corazón de los asistentes a la coronación de Abigaíl García como Reina del Carnaval de Mazatlán 2011.

Bisbal llevó al público de sorpresa en sorpresa. Fue atento con los asistentes y en pleno concierto bajó en repetidas ocasiones para tomarse fotografías con sus seguidores y dar autógrafos.
A Abigaíl y sus princesas, Ana Estefanía, Blanca y Gabriela, las saludó de lejos y aprovechó para alabar la belleza de las mazatlecas. Después de interpretar nueve melodías, el español desapareció para ir a cambiarse de vestimenta mientras colocaban una silla y un micrófono junto a Abigaíl. En ese instante, la multitud que se congregó en el Estadio Teodoro Mariscal gritó de emoción al saber que le cantaría a la Reina.

Bisbal eligió el tema Princesa para colocarse a un lado de Abigaíl y tanto a ella como a su séquito les propinó un par de besos, como es la costumbre en España, y les endulzó el oído con su privilegiada voz.

El atractivo cantante presentó el repertorio de su gira Sin mirar atrás, y aunque el público no conocía todas las canciones, Bisbal se encargó de que no hubiera un sólo momento de tedio.
Incluso, en varias ocasiones se refirió al Gobernador y al Alcalde, invitándolos a bailar.
"Vamos arriba Gobernador y Alcalde", decía el cantante a los dirigentes de Sinaloa y Mazatlán, respectivamente. Sin rodearse de un cortejo de seguridad, Bisbal descendió en varias ocasiones por las pasarelas del escenario para estar más cerca del público.

Temas como Sin mirar atrás, Esclavo de tus besos, Andaluz, Esta ausencia, Oye el boom, Cómo olvidar, Lloraré las penas y Juro que te amo fueron las primeras melodías con las que Bisbal mantuvo fascinado a los porteños.

Luego hizo un homenaje a los dos mexicanos que más admira, José José y Juan Gabriel, aunque a este último se refirió como "Juan Grabiel", provocando la risa de los asistentes.
De este par de cantantes, a quienes definió como leyendas mexicanas, interpretó El triste, Yo no nací para amar y No tengo dinero.

Antes de cantar 24 horas alabó el talento del sinaloense Espinoza Paz, a quien definió como un joven que está poniendo en alto las raíces mexicanas y predijo que su carrera irá en ascenso.
Posteriormente pidió a la gente que hicieran todo lo contrario de su canción Silencio, por lo que el público le correspondió bailando y ahí se quedó para continuar contagiándose de la energía del español con Ave María y Bulería.

"Me voy a España con una gran satisfacción", dijo Bisbal al despedirse, más los mazatlecos lo hicieron volver. Y es que Bisbal aún no había interpretado uno de sus mayores éxitos, Dígale, por lo que volvió justo con esa melodía para dejar que sus seguidores interpretaran la primera parte mientras él los premiaba con un aplauso.

En su despedida su ritmo y positivismo volvieron a contagiar a los mazatlecos pues interpretó Waving a Flag, el tema oficial del Mundial 2010, con el que habló de unir fuerzas y juntar las banderas de México y España mientras el público lo acompañaba en los coros. Con el público de pie y tras 90 minutos de concierto, Bisbal dijo adiós a Mazatlán interpretando nuevamente el tema que lo liga a Sinaloa por ser de la autoría de Espinoza Paz, 24 horas.


Fuente: Noroeste.com